No descuides a tu esposo
Tener hijos es uno de los acontecimientos más importantes en la vida de la mujer, y las madres suelen volcar todo su tiempo y dedicación en ellos. Pero como el trabajo que conlleva un hijo nunca es suficiente, a veces puedes descuidar tu aspecto personal y olvidar el cariño que le tenías a tu esposo antes de que llegaran los pequeños. El tiempo que inviertes en cuidar, mimar y hasta soportar a tus retoños se lo restas a la atención que antes le dabas a tu pareja.
Al principio, la novedad es el nuevo nacimiento, el temor a hacerlo todo correctamente y cuidar al bebé bien. Las madres primerizas suelen obsesionarse por la salud del niño, incluso pueden llegar a sufrir depresión por el exceso de trabajo, que termina agotándolas física y emocionalmente. Pero el esposo generalmente lo toma con más calma, quizá porque no ha sido él quien ha parido, y esa relación natural que desarrollas como madre con tu hijo te da un estado y una actitud diferente.
Mantengan un constante diálogo como la pareja que son, de esta forma no se perderán la confianza.