Noticia Anterior
Quería Formar Su Propio Cartel
Pero ICE escuchaba todas sus llamadas
Escrito el 07 Jun 2021
Comment: Off
Omar Alberto Navarro crecía rápidamente en el narcotráfico: hacía tratos directos con una organización criminal en Tijuana y contrató a mujeres para que cruzaran droga por las garitas. Sin embargo, un operativo federal acabó con su idea de ser un capo poderoso.
California. - Una investigación federal que duró varios meses desarticuló una célula de narcotraficantes que lideraba un hombre que advirtió estar formando su propio cartel de drogas en California.
Las autoridades afirman que Omar Alberto Navarro, de 38 años, había dado varios pasos para lograr su sueño criminal: le compraba droga directamente a un cartel que opera en Tijuana, contrató a mujeres que cruzaban cargamentos para no despertar sospechas en las garitas, buscó a un socio para abrir una “oficina” en Texas y hasta quería hacerse del control de la ciudad fronteriza de Mexicali.
“Básicamente, Nani, estoy comenzando mi propio pequeño cartel aquí”, le dijo Navarro a uno de sus cómplices en una llamada telefónica que fue interceptada el 8 de diciembre, según una declaración jurada de Cliff Turton Larde, agente de la unidad de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI), que es parte del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). “Voy a ir a lo grande”, anticipó Navarro refiriéndose a que viajaría a México para transportar una gran cantidad de narcóticos hacia Bakersfield, su lugar de residencia en el Valle Central de California.
En ese audio que es parte de la evidencia en este caso él afirmó “que Mexicali sería suyo”, lo cual mostraba su intención de dominar el trasiego de narcóticos en esa localidad de Baja California.
Pero la empresa delictiva que Navarro estaba construyendo se hundió la madrugada del viernes 26 de marzo, cuando varios agentes rodearon su casa en Bakersfield. De manera simultánea se presentaron en las viviendas de siete asociados suyos en esa región. Los operativos despertaron a los vecinos, quienes se alarmaron al escuchar que los policías ordenaban con sus altavoces: “salgan con las manos en alto”, según reportó el canal KGET. Los detectives de ICE supieron por primera vez sobre las actividades ilícitas de Navarro en marzo de 2020, cuando uno de sus distribuidores le vendió un arma de fuego a un informante de esa agencia. Una vez que un juez federal concedió que le pincharan el celular, toda su red quedó al descubierto.
Una de sus técnicas era contratar a mujeres para cruzar los cargamentos. Una de ellas, Lizette Méndez, de 31 años y residente de Delano, California, pasó más de 140 libras de droga por una garita. Mientras que Mayra Guadalupe Galván, de 31 años y vecina de la misma ciudad, transportó con 119 libras de metanfetamina. Ambas fueron arrestadas el pasado 26 de marzo y enfrentan cargos de narcotráfico.
ICE espió una conversación por mensajes de texto entre el jefe de la banda y una de sus conductoras el 21 de septiembre de 2020. “Está avanzando rápido”, escribió Mayra Galván sobre el cruce vehicular en la garita de San Ysidro, California. “Ellos tienen perros por todos lados”, comentó preocupada. “Estás bien… No te pongas nerviosa cuando hables con ellos”, le aconsejó Navarro sobre su interacción con los agentes aduanales. “Ok”, le respondió ella.
California. - Una investigación federal que duró varios meses desarticuló una célula de narcotraficantes que lideraba un hombre que advirtió estar formando su propio cartel de drogas en California.
Las autoridades afirman que Omar Alberto Navarro, de 38 años, había dado varios pasos para lograr su sueño criminal: le compraba droga directamente a un cartel que opera en Tijuana, contrató a mujeres que cruzaban cargamentos para no despertar sospechas en las garitas, buscó a un socio para abrir una “oficina” en Texas y hasta quería hacerse del control de la ciudad fronteriza de Mexicali.
“Básicamente, Nani, estoy comenzando mi propio pequeño cartel aquí”, le dijo Navarro a uno de sus cómplices en una llamada telefónica que fue interceptada el 8 de diciembre, según una declaración jurada de Cliff Turton Larde, agente de la unidad de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI), que es parte del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). “Voy a ir a lo grande”, anticipó Navarro refiriéndose a que viajaría a México para transportar una gran cantidad de narcóticos hacia Bakersfield, su lugar de residencia en el Valle Central de California.
En ese audio que es parte de la evidencia en este caso él afirmó “que Mexicali sería suyo”, lo cual mostraba su intención de dominar el trasiego de narcóticos en esa localidad de Baja California.
Pero la empresa delictiva que Navarro estaba construyendo se hundió la madrugada del viernes 26 de marzo, cuando varios agentes rodearon su casa en Bakersfield. De manera simultánea se presentaron en las viviendas de siete asociados suyos en esa región. Los operativos despertaron a los vecinos, quienes se alarmaron al escuchar que los policías ordenaban con sus altavoces: “salgan con las manos en alto”, según reportó el canal KGET. Los detectives de ICE supieron por primera vez sobre las actividades ilícitas de Navarro en marzo de 2020, cuando uno de sus distribuidores le vendió un arma de fuego a un informante de esa agencia. Una vez que un juez federal concedió que le pincharan el celular, toda su red quedó al descubierto.
Una de sus técnicas era contratar a mujeres para cruzar los cargamentos. Una de ellas, Lizette Méndez, de 31 años y residente de Delano, California, pasó más de 140 libras de droga por una garita. Mientras que Mayra Guadalupe Galván, de 31 años y vecina de la misma ciudad, transportó con 119 libras de metanfetamina. Ambas fueron arrestadas el pasado 26 de marzo y enfrentan cargos de narcotráfico.
ICE espió una conversación por mensajes de texto entre el jefe de la banda y una de sus conductoras el 21 de septiembre de 2020. “Está avanzando rápido”, escribió Mayra Galván sobre el cruce vehicular en la garita de San Ysidro, California. “Ellos tienen perros por todos lados”, comentó preocupada. “Estás bien… No te pongas nerviosa cuando hables con ellos”, le aconsejó Navarro sobre su interacción con los agentes aduanales. “Ok”, le respondió ella.