Un adios sin despedida

El asesinato de la cantante Selena, hace ahora catorce años, se convirtió en un amargo episodio para los jóvenes mexicanos-estadounidenses para quienes se había erigido en un verdadero ídolo de la música, a pesar de su corta edad, 23 años. Millares de fans lloraron el trágico suceso que tuvo repercusión internacional y, en la actualidad, todavía se recuerda el poderoso magnetismo de esta bella artista de origen mexicano.

La cantante, cuyo nombre completo era Selena Quintanilla Pérez, falleció el 31 de marzo de 1994, en el Memorial Medical Centre de la localidad de Corpus Christi, hasta donde fue llevada tras recibir, en una habitación de un hotel Days Inn, un balazo en un hombro y otro en la espalda. Había nacido el 16 de abril de 1971 en Lake Jackson (sur de Houston-Texas).

Selena, la "reina" de la música tejano-mexicana, fue sepultada dos días más tarde, bajo la conmoción de millares de admiradores tanto locales como llegados de fuera, que respetaron los deseos de la familia y no se acercaron al camposanto, aunque colapsaron las calles de la ciudad.

LA ASESINA, FUE SU

MÁS ESTRECHA

COLABORADORA

La artista fue asesinada por su más estrecha colaboradora, Yolanda Saldívar, de 32 años, quien fue descrita por el padre de la víctima, Abraham Quintanilla, como "una persona desequilibrada, obsesionada" con la cantante. Saldívar administraba la "boutique" donde se vendía la ropa de la línea que había creado la propia Selena, quien además de ser una de las cantantes más populares de la música tejana en español, poseía una belleza física extraordinaria.

El padre de Selena declaró entonces que existían problemas de dinero, pero no llegó a decir que fuera la culpable del crimen. "Teníamos discrepancias de dinero con ella", dijo Quintanilla en conferencia de prensa en Corpus Christi."Pero no soy yo el que debe decir si es culpable del crimen o no. Eso le corresponde a la Justicia".

De acuerdo con un despacho sobre su muerte pasado por la televisión local, Selena alcanzó a llegar hasta el vestíbulo del hotel para pedir ayuda, tras lo cual fue trasladada en una ambulancia hasta el centro asistencial, donde fue declarada muerta.

LAS CINCO MIL ROSAS BLANCAS

El ataúd negro en el que fue sepultada estaba rodeado de cinco mil rosas blancas que pidió la familia especialmente a Holanda para la ocasión.

Poco antes de la salida de sus restos del Centro de Convenciones donde estaba el velatorio, su padre, Abraham Quintanilla, ordenó abrir el féretro para acallar rumores que afirmaban que el cuerpo no estaba dentro. El público pudo ver a Selena vestida con traje morado.

En Austin, la capital del estado de Texas, el Senado decidió por unanimidad guardar un minuto de silencio en su memoria.

También en Miami, en cuyo sector de Homestead vive un buen número de braceros de origen mexicano que la adoraban, se levantó un altar con fotos y discos de Selena en el que se dio cita mucha gente del lugar para llorar su temprana y trágica muerte.

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