Santuarios migratorios, la nueva arma
"Estamos aquí para elevar nuestras voces por aquellos que no pueden hacerlo con la suya propia", señaló el pastor César Arroyo, de la Iglesia Luterana San Pablo, ubicada en el norte de Hollywood, y que albergará al inmigrante guatemalteco.
Cada uno de los inmigrantes ilegales tiene dos hijos, que los acompañaron en bancas frente al altar. El guatemalteco, quien es un jardinero que sólo se identificó con su nombre propio, Juan, dijo que le preocupaba lo que podría ocurrir con sus dos pequeñas hijas si fuera deportado. Ambas niñas son ciudadanas estadounidenses. "Quiero pedirle a los políticos que vean el sufrimiento de las familias de inmigrantes", indicó Juan. Por su parte, el mexicano de 44 años, que sólo dijo que se llamaba José, vivirá en el templo católico del centro de Los Angeles. José estuvo acompañado por sus dos hijos adolescentes que se visten a la última moda de Estados Unidos y hablaban más inglés que español. También son ciudadanos estadounidenses.José dijo que tenía 17 años viviendo en Estados Unidos y trabajaba como cocinero en un restaurante del Aeropuerto Internacional de Los Angeles, hasta que sufrió una lesión y su status migratorio fue revelado.
Después de la ceremonia, se marchó a su habitación en el templo. "Me voy a quedar aquí hasta que todo esto se resuelva", señaló el inmigrante, al referirse a la orden de deportación que pesa en su contra.