Senado llamó a declarar a Dick Cheney

WASHINGTON - El Comité Judicial del Senado llamó a declarar al vicepresidente de Estados Unidos, Dick Cheney y otros altos funcionarios de la Casa Blanca, en relación con la retención en secreto de diversas informaciones y datos pertenecientes al Gobierno sin la correspondiente autorización de la agencia estatal responsable del llamado "material clasificado". Así lo confirmó el citado comité, que también llamó a funcionarios del Departamento de Justicia y el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, informaron hoy fuentes del Congreso.

Las complicaciones del vicepresidente de EUA habían vuelto a relucir la semana pasada, cuando salió a la luz pública el tema y se advirtió lo que podría suceder por su actuación. Es más, cuando Cheney se sintió excesivamente presionado por esa agencia para revelar sus secretos, Cheney intentó cerrarla. El episodio, que puede dar lugar a posteriores investigaciones por parte del Congreso y de los fiscales, fue dado a conocer por el miembro de la Cámara de Representantes Henry Waxman, un demócrata de California que se ha destacado en el Capitolio por sus denuncias contra esta Administración.

Waxman es presidente del comité de Control Gubernamental y, por tanto, responsable de seguir de cerca los pasos del Ejecutivo en cuanto a su cumplimiento estricto de las leyes. En ese papel, Waxman llevaba tiempo al tanto del conflicto que desde 2003 libraban Cheney y la Oficina para la Vigilancia de la Seguridad de la Información Oficial sobre qué documentos tenía derecho a retener como secretos el vicepresidente.

Aparentemente harto de que Cheney burlara una y otra vez el control obligado de esa oficina estatal, Waxman puso el jueves por la noche en la página web del Congreso todos los documentos y cartas que parecen confirmar que Cheney ha actuado durante cuatro años al margen o por encima del reglamento para no compartir con otros poderes del Estado información privilegiada. El asunto tiene la apariencia de una de esas intrincadas polémicas legales inaccesibles para neófitos, pero en realidad es bastante claro e ilustra muy bien el modus operandi de la actual vicepresidencia de Estados Unidos.

No hay que olvidar que el antiguo jefe de Gabinete de Cheney, Lewis Libby, fue recientemente condenado por obstrucción a la justicia, y que otro de sus colaboradores, Leandro Aragoncillo, se confesó el año pasado culpable de suministrar información secreta a un grupo de conspiradores filipinos, según se ha sabido ahora también por los documentos de Waxman.

Los hechos, según esos documentos, son como siguen. La Oficina para la Vigilancia de la Seguridad de la Información Oficial, que es un departamento de los Archivos Nacionales, remite una vez al año una comunicación a todas las agencias del poder Ejecutivo para conocer qué documentos han sido archivados como secretos.

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