Soldados heridos demandan al gobierno
La demanda colectiva contra el Departamento de Asuntos de los Veteranos será presentada en un tribunal federal en San Francisco, y exige amplios cambios en la agencia en momentos en que ésta enfrenta crecientes demandas de veteranos heridos en Irak y en Afganistán.
En la demanda se señala que investigadores del gobierno ya habían advertido en el 2002 que el departamento necesitaba fijar su sistema de prestaciones de seguros, debido a las demoras en los pagos, así como realizar otros cambios.
Sin embargo, denuncia la demanda, Nicholson y otros funcionarios seguían insistiendo en el 2005 en un presupuesto inferior en mil millones de dólares a lo que se requería, y "se burlaron de la ley" al otorgar a ejecutivos del departamento $3.8 millones en bonificaciones pese a su "incompetencia" para resolver problemas presupuestarios. En la demanda colectiva están representando cientos de miles de veteranos. Entre las acusaciones figuran demoras en proporcionar prestaciones por discapacidad, y falta de personal para ofrecer atención médica rápida y adecuada.
También se acusa al departamento de defraudar de manera deliberada a algunos veteranos al cambiar su clasificación, presuntamente en complicidad con el Pentágono, a fin de no pagarles las prestaciones adeudadas.
Tanto el departamento de Asuntos de los Veteranos como el Pentágono se negaron a formular comentarios, pero en el pasado han negado esas acusaciones.
La demanda se registra en momentos en que hay un intenso escrutinio público y político del departamento de Asuntos de los Veteranos y del Pentágono luego que el periódico The Washington Post denunció en una serie de artículos la chapucera atención a soldados heridos en el Centro Médico Walter Reed, en una época la joya de la corona de los hospitales militares norteamericanos, y en otras partes.