Tu Dinero y tu Familia

Seguramente conoces la famosa fábula de la cigarra y la hormiga, ¿verdad? Entonces recuerdas cómo la poco previsora cigarra —que en verano no ahorró nada para los malos tiempos, a diferencia de la hormiga, que trabajó y guardó sus suministros— se quedó sin nada de comer cuando llegó el invierno. Pues a ti también, si gastas cada centavo de tu salario mensual y solamente haces los pagos mínimos de tus tarjetas de crédito, cualquier imprevisto podría ponerte al borde de la ruina económica. Evita eso y sigue desde ahora los siguientes pasos, que te ayudarán a hacer frente a cualquier situación imprevista.


1. Crea un fondo de emergencia

Un fondo de emergencia es una cuenta de ahorro (como, por ejemplo, las de Money Market) destinada a cubrir gastos extraordinarios. Una vez que la abres, no debes retirar fondos de ella para tus gastos diarios, sino solamente en caso de que exista una verdadera emergencia. Establecer este fondo es el primer paso hacia la creación de un sólido plan financiero para ti y tu familia. El dinero que depositas en tus ahorros de emergencia podrá variar con el tiempo, pero inicialmente es aconsejable tener una reserva equivalente al valor de tus gastos durante tres meses. Para aquellos que están (mal) acostumbrados a gastar cada centavo que ganan, crear esta cuenta será, sin duda, muy difícil al inicio. Pero una vez que se establezcan, podrán felicitarse. El simple hecho de ahorrar de un modo regular es un excelente hábito y una gran conquista para el bolsillo.


2. Extiende el plazo de tu fondo

Una vez que hayas logrado ahorrar para cubrir tus gastos durante tres meses, debes extender la meta de tu economía para garantizar una reserva de seis meses. Un modo simple de calcular exactamente cuánto estás gastando es restar de tu salario mensual el monto de tus ahorros. La suma restante es la cantidad que estás gastando. Debes multiplicar esta suma por el número de meses que quisieras que te cubra tu fondo de emergencia. Por ejemplo, si ganas $40,000 al año (aproximadamente $3,333 mensuales), necesitarías ahorrar $10,000 en tu fondo para ampararte durante tres meses. Para extender el plazo del fondo hasta seis meses, necesitarías ahorros de $20,000. Para lograr esta meta siguiendo nuestro ejemplo, tendrías que ahorrar aproximadamente $830 cada mes durante un año para crear un fondo de emergencia de tres meses.


3. Crea un presupuesto mensual

El presupuesto es una herramienta indispensable para controlar tus finanzas y determinar en cuáles áreas te estás excediendo y, por lo tanto, alejándote de tu meta de ahorros. El presupuesto también te permite ver claramente dónde puedes hacer recortes para crear tu fondo emergencia. En él debes llevar fielmente la cuenta de todos tus gastos, incluyendo aquellos casi “invisibles”, como viajes frecuentes al cajero automático para retirar fondos que se te olvida anotar, pero que al final del mes, se suman al monto total de tus gastos o deudas. El presupuesto, un verdadero espejo de tu realidad económica, detectará ciertos lujos disfrazados como gastos “necesarios”.

En esta categoría entran hábitos tan aparentemente inofensivos como el cafecito cotidiano en un restaurante, las visitas regulares al salón de belleza o cualquier otro gasto que no sea indispensable.


4. Respeta la ley del 10%

Si estableces como meta no gastar más del 90% de tus ingresos, te acostumbrarás a un ahorro constante y no tan pequeño como parece. Ese 10% es un “regalo” que te haces cada mes, y será la base sólida de una independencia financiera que difícilmente se verá afectada por gastos imprevistos.

Una advertencia: si tus ingresos anuales crecen —debido a un aumento en tu salario o a los dividendos de buenas inversiones—, no utilices esa buena racha como pretexto para gastar más.

Primero, debes asegurarte de que puedes sobrellevar cómodamente los efectos acumulativos de la inflación. Mejor aún, cualquier excedente, siempre bienvenido en tu presupuesto, debe servir para aumentar tus reservas y motivarte a ahorrar más.

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