Adiós, ‘Travieso…

Después de la derrota ante el armenio Vic Darchinyan, se cierra la brillante historia del mexicano Jorge Arce como púgil de élite. No lo estoy ‘retirando'… ni creo que él lo haga por ahora, aunque el adiós ya se pasea en su mente.

Arce no quedó nada a deber. El cumplió, entregó el corazón en cada round e hizo que el armenio sacara sus mejores recursos, aunque, como se mencionó en este espacio, eso no sería suficiente para que terminara con los puños al cielo.

Pero Jorge mostró carácter. No se quedó sentado en el banco diciendo no más, no le pararon la pelea por dominio abrumador del rival, no dejó de insistir y eso tiene su valor en las gradas.

Le toca a Jorge ver el otro lado de la moneda, pero en esta ocasión es definitiva y no porque vaya a colgar los guantes.

Es simple. Desde que bajó del ring, la historia del ‘Travieso' en el boxeo es otra. Si decide seguir peleando, tendrá destellos de glorias pasadas, pero nada que intimide. Será exprimir la fama y pasar a segundo plano.

Ante Vic también se vio más vulnerable que nunca y exhibió que su fórmula de valentía para buscar la gloria (perfecto maquillaje ante su limitada técnica) está muy desgastada. El viejo mago no aprende trucos nuevos y Arce, con casi tres décadas de vida, lleva 13 años sobre el cuadrilátero.

Cuesta creer ver a Jorge saliendo con otra derrota. El corazón de guerrero se queda, el carisma sigue y la popularidad no se irá.

El único detalle que cambió es el saldo final y la imagen de sus ayudantes, desesperados, improvisando instrucciones que Arce no contempló por esperar a que el armenio se fajara y tratar de 'cazarlo' ahí. Un par de veces lo hizo Vic, para ‘vaciar' al ‘Travieso', y después volver a su estrategia a moldear el triunfo.

Fue una noche difícil para el púgil que a los 19 años celebró su primera coronación mundial. Y el despertar no es menos amargo. Con el cuerpo adolorido, los ojos hinchados y la derrota quemando en la espalda, no se antoja pensar en nada. El corazón dice una cosa, el cerebro otra. Tiempo de decidir para el orgullo de Los Mochis, Sinaloa.

No habrá asociación de ex alumnos esperándolo con los brazos abiertos y los ‘amigos' que le palmeaban la espalda y celebraban se irán restando. El boxeo es lo que mejor sabía hacer, sólo que su estilo ya no da para más.

Adiós, ‘Travieso'.

Es hora de iniciar algo nuevo, y empezar otra vez puede ser más duro que los 57 combates que presumes en tu palmarés, pero nada como para que te intimide.

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