Agricultores defienden a inmigrantes

WASHINGTON - Preocupados por la grave escasez de trabajadores del campo, productores agrícolas estadounidenses se alistan para realizar en los próximos días en Washington una campaña para que el Congreso apruebe un programa de trabajadores temporales y permita a 1,5 millones de extranjeros el trabajar legalmente en el país y obtener la residencia.

Una propuesta similar fracasó a mediados de 2006 cuando el entonces liderazgo republicano de ambas cámaras frenaron el debate de la reforma migratoria y no permitieron que el Comité de Conferencia redactara una versión definitiva sobre la base de dos planes contrapuestos. El primero, aprobado en diciembre de 2005 por la Cámara Baja, proponía criminalizar la estadía ilegal, acelerar las deportaciones e incrementar la vigilancia en la frontera.

Cinco meses más tarde, en mayo del año pasado, el Senado aprobó una versión que incluía la legalización pata la mayoría de indocumentados que viven en Estados Unidos y carecen de antecedentes criminales.

Pero ahora que los demócratas asumieron el control de ambas cámaras del legislativo, los empresarios agrícolas esperan que la nueva propuesta de trabajadores temporales, presentada de manera independiente y apoyada por la senadora Dianne Feinstein (demócrata de California) y el senador Larry Craig (republicano de Idazo) y que será sometida a los legisladores el miércoles, contará con suficiente apoyo, reportó la agencia Prensa Asociada.

Los productores del campo se quejan de que la fuerte vigilancia en la frontera con México y la ausencia de una reforma migratoria amplia ha creado una falta de trabajadores, lo cual ha afectado la cosecha de manzana en Washington, la de moras en Oregon y la de cebolla en Texas, entre otras.

La Federación de Organizaciones Agrícolas de Estados Unidos ha señalado que la falta de empleados podría generar pérdidas por el orden de cinco mil millones de dólares en la industria agrícola en la presente temporada.

La crisis sería incluso peor en California, el principal productor agrícola de Estados Unidos, donde se emplea a más de la tercera parte de los trabajadores campesinos del país. De acuerdo con Marc Grossman, portavoz del Sindicato Unido de Trabajadores del Campo de Estados Unidos, este es un problema que muchos empresarios agrarios están experimentando en todo el país.

A mediados del año pasado, una cuarta parte de la cosecha de peras en el condado rural de Lake se pudrió sin ser recogida, porque nadie se presentó a hacerlo, dijo Toni Scully, empacador de peras de la localidad. En noviembre, fecha en que comenzó en Georgia la temporada de siembra de la cebolla Vidalia, se esperan cientos de trabajadores inmigrantes, pero no llegaron debido al clima antiinmigrante.

"Ninguna de las personas locales hace este trabajo. Intentamos todos los años de conseguir personas locales y no quieren el trabajo", dijo R.T. Stanley, dueño de Stanley Farms y Vidalia Onion Factory, una de las fincas de cebolla más grande en el condado de Toombs, localizado a unos 300 kilómetros al sur de Atlanta.

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